Las medidas antifraude contra los autónomos en módulos
En octubre de 2012 el Gobierno del momento aprobó una serie de medidas para reforzar la lucha contra el fraude fiscal, entre las que se encontraba la reforma de este régimen de Estimación Objetiva del IRPF, cuyo objetivo era acabar con la práctica conocida como los “moduleros”. Una fórmula mediante la que los autónomos sujetos a este régimen de tributación emitían facturas falsas por servicios o productos no entregados a otras empresas a la vez que estas se beneficiaban de la deducción de un gasto no realizado.
Fueron medidas muy controvertidas, que supusieron un anticipo de la Reforma Fiscal del año 2015 y que afectaron, sobre todo, al sector Transporte (división 7 de la sección primera del IAE) ya que no podían seguir en Módulos si facturaban más de 300.000€ anuales.
Se estima que unos 150.000 autónomos, de los cerca de 700.000 que cotizaban en Módulos, en aquel momento, se vieron afectados. En concreto golpeó de lleno a aquellos que se dedicaban a actividades relacionadas con la construcción y el mantenimiento (albañiles, carpinteros, cerrajeros o fontaneros) pero también a actividades como la industria del mueble.
Una lucha contra el fraude que no ha finalizado. De hecho, la intención última, o así se ha trasladado a lo largo de los años en diferentes escenarios, es que al final el sistema de tributación por Módulos acabe desapareciendo. De ahí que este año, una vez más, estuviéramos muy pendientes de que esos límites se redujeran por fin dejando, a otro tanto de autónomos abocados a la tributación en Estimación Directa, Normal o Simplificada.