Principios básicos de un perito judicial
Hay principios que regulan su trabajo:
- Independencia. Lo respalda la misma garantía de independencia que tiene un juez por ser un auxiliar de la Justicia.
- Imparcialidad. No está a favor ni en contra de ninguna de las partes, lo que le permite proceder con rectitud.
- Objetividad. Su testimonio es subjetivo, pero se sustenta en pruebas objetivas obtenidas, tomando en consideración todo lo que pueda ser considerado tanto a favor como lo que sea susceptible de causar perjuicio a cualquiera de las partes involucradas.
- Veracidad. Debe estudiar y analizar la verdad o la falsedad de los hechos que se imputan o ventilan, aportando datos ciertos.
- Confidencialidad. Será necesario preservar la privacidad de los implicados en el proceso judicial, tanto de las personas como de cualquier información recolectada.
- Responsabilidad. Debe basarse únicamente en los hechos que ha podido constatar por su propia experiencia y conocimiento profesional. Tiene responsabilidades civiles, penales, disciplinarias y asociativas referidas a su cargo.
Si se incumple uno o varios de estos principios, su aporte será declarado sin valor judicial y debe afrontar consecuencias legales, ya que al inicio de su labor realiza un juramento.