Abogado penalista
Un abogado penalista es un profesional que se encarga de los expedientes jurídicos que tienen su fundamento en el Derecho Penal, basándose en dos grandes normas:
- El Código Penal (CP)
- La Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim)
El abogado penalista se ocupa de las siguientes funciones que son inherentes a su formación:
- Asesoramiento: en una primera comunicación o contacto con el cliente, debe ponerla al tanto de cuál es su situación real e informarle acerca de lo que se la acusa. Allí se define cuál será su actuación. Se estudiará la viabilidad de la acusación y se pondrá de acuerdo para defender sus derechos, ya sea que se lo esté acusando de un delito o que sea la víctima. El asesoramiento se dará durante todo el proceso, porque seguramente la persona deberá tomar ciertas decisiones y se llevará adelante una estrategia.
- Acompañamiento: un primer encuentro puede ser también que deba acompañar al detenido para su primera declaración, o para orientarlo en sus opciones de declarar o guardar silencio.
- Reunión de pruebas y argumentos para la defensa del cliente: en esta etapa todos los datos, de todo tipo que puedan reunirse, incluso anteriores al hecho demandado, serán fundamentales. Deben ser pruebas legales y jurisprudenciales.
- Análisis de la cronología de los hechos: se hace un recorrido de todo lo acontecido, y de los momentos donde intervienen los testigos.
- Análisis de la defensa: así como se analiza todo lo que corresponde al defendido, también se debe estar muy atento a las pruebas y argumentos que presente la defensa, con el fin de contraponerse o argumentar contra ellos.
- Vigilancia y garantía de la invulnerabilidad de los derechos del acusado: tanto por parte de los integrantes del juzgado, como de las fuerzas de seguridad.
- Actualización de la información: durante todo el proceso legal el cliente debe estar informado de lo que ocurre.
- Negociación: en ciertos momentos el abogado tiene posibilidades de negociar en el mejor beneficio para la persona.
- Preparación de los alegatos de defensa: en el momento del juicio oral, el abogado debe estar muy preparado para hablar con fundamento y tener buenas argumentaciones. Debe organizar bien su defensa, para dar fundamentos a favor de su cliente, saber responder con capacidad ante las presiones de un juicio y beneficiar en todo lo posible a la persona.