A quién se adjudica el bien objeto de la subasta


A quién se adjudica el bien objeto de la subasta

El bien subastado se adjudica al mejor postor. Sin embargo, también puede ser adjudicado al ejecutante o al ejecutado de manera indirecta, ya que este último no puede participar en la subasta.

Además, hay situaciones especiales, como una subasta sin postores.

  • Si las posturas alcanzan al 70% del precio de salida para bienes inmuebles o el 50% para bienes muebles, el bien se adjudica al mejor postor.
  • El ejecutante puede participar en la puja solo después de que algún postor haya realizado una oferta.
  • Si las posturas son menores a los porcentajes ya mencionados, el ejecutado puede presentar un tercero que mejore las posturas. Vencido el plazo para esta opción, la mejora puede ser realizada por el ejecutante.
  • En el caso de deudas hipotecarias, si la mejor postura está entre el 50% y 70% del valor, se otorga un plazo al ejecutado para que presente un tercero que mejore la oferta. Vencido este plazo, puede ser adquirido por el ejecutante por el 70% del valor de la subasta. Sin embargo, el valor de adquisición no podrá ser menor al 60%.
  • En el caso de un inmueble alquilado, el inquilino tiene un derecho de preferencia para adquirir el bien.
  • Si ninguna de las posturas cumple las condiciones, el Tribunal puede declarar la subasta sin postor.  En el caso de una vivienda, en las subastas sin postor el acreedor puede pedir la adjudicación del bien por el 50% del valor de la subasta si dicha vivienda no es la residencia habitual del deudor, o del 70% si lo es. Tiene un plazo de 20 días hábiles.
  • Si la subasta resulta desierta y el acreedor no hace uso de la opción mencionada en el parágrafo anterior, el deudor puede solicitar el levantamiento del embargo.

Más allá de esto, el interés de los particulares por participar en una subasta se ve incentivado por la facilidad de participar a través de una plataforma.

Los motivos pueden ser:

  1. Adquirir un bien deseado a un precio menor que el del mercado.
  2. Adquirir una hipoteca como una forma de inversión.