¿Cómo se aprueba el convenio regulador?


¿Cómo se aprueba el convenio regulador?

El convenio regulador se aprueba a través de un proceso legal que puede variar dependiendo de la jurisdicción y las leyes aplicables. A continuación, se mencionan los pasos generales que se suelen seguir para la aprobación del convenio regulador:

  1. Negociación y redacción del convenio regulador: Las partes involucradas en el proceso de divorcio o separación deben negociar y llegar a un acuerdo sobre los términos y condiciones que regirán su relación posterior a la separación. Estos acuerdos suelen incluir aspectos como la custodia de los hijos, el régimen de visitas, la pensión alimenticia, la división de bienes y otros asuntos relacionados. Una vez que se ha llegado a un acuerdo, el convenio regulador debe ser redactado por escrito.
  2. Revisión por parte de los abogados: Cada parte debe contar con su propio abogado que revisará el convenio regulador para asegurarse de que cumple con los requisitos legales y protege los intereses de su cliente. Los abogados pueden hacer sugerencias o modificaciones al convenio antes de ser presentado para su aprobación.
  3. Presentación del convenio regulador ante el juzgado: Una vez que el convenio regulador ha sido redactado y revisado, debe ser presentado ante el juzgado correspondiente. Esto se realiza mediante la presentación de una solicitud o demanda de divorcio o separación, adjuntando el convenio regulador como parte del proceso.
  4. Audiencia judicial: Dependiendo de las circunstancias y las leyes locales, puede ser necesario que las partes comparezcan ante el juez para una audiencia donde se revisará el convenio regulador. Durante esta audiencia, el juez verificará que el convenio cumple con los requisitos legales y protege los derechos e intereses de los hijos menores, en caso de que los haya. El juez también puede realizar preguntas a las partes para asegurarse de que han llegado a un acuerdo de manera voluntaria y consciente.
  5. Aprobación judicial: Una vez que el juez ha revisado el convenio regulador y está satisfecho con su contenido, emitirá una resolución o sentencia en la que se aprueba el convenio. Esta resolución tiene efecto legal y establece las disposiciones que las partes deben cumplir.

Es importante tener en cuenta que los detalles y los requisitos pueden variar según la jurisdicción y las leyes locales. Por lo tanto, es recomendable consultar con un abogado especializado en derecho de familia en su área para obtener asesoramiento legal específico y actualizado sobre cómo se aprueba el convenio regulador en su caso particular.

El Código Civil reconoce la autonomía de las partes. Por tanto, en principio, basta con que medie el acuerdo de los cónyuges.

Será un Juez o un Notario el encargado de aprobar este instrumento. Sin embargo, y a fin de prevenir abusos, en determinadas situaciones estas autoridades pueden denegar la aprobación del convenio.

En caso de que se haya acudido al divorcio express ante notario (cosa que no puede ocurrir si existen hijos menores de edad) hay que tener especial cautela con los abusos. Y ello porque, una vez el Notario deniegue la aprobación del convenio, a los cónyuges no les quedará más vía que la judicial.

Y, como se ha indicado, cuando existan hijos menores no solo no se podrá acudir al procedimiento del divorcio exprés, sino que además deberá intervenir la fiscalía en el procedimiento.

¿Qué pasa si no se alcanza un acuerdo?

A falta de acuerdo, será el Juez quien determine las consecuencias de la separación o divorcio. Para ello oirá a las partes, incluidos a los hijos mayores de 12 años si estima que tienen juicio para ser oídos (Vg. STS n.º 413/2014).

La solución judicial siempre es la más insatisfactoria, ya que al menos una de las partes verá desatendidos sus intereses. Por eso conviene la asistencia de un abogado durante las negociaciones. En caso de que estas sean tensas se puede solicitar la intervención de un mediador familiar.

Sin embargo, en muchas ocasiones las rencillas matrimoniales impiden negociar racionalmente. También puede ocurrir que una de las partes ostente una posición de poder. Por ejemplo, es el caso en que uno de los progenitores tiene altos ingresos mientras que el otro abandonó su vida laboral para dedicarse al cuidado de los hijos.

En estos casos resulta prácticamente inevitable terminar en el juzgado. Mediante la asistencia de abogado y procurador se defenderán los intereses del cliente en el proceso de separación o divorcio. Llegado este punto, las consecuencias de la crisis matrimonial se determinarán mediante sentencia de separación o divorcio y no mediante convenio regulador en un procedimiento de mutuo acuerdo.