¿Qué es un autónomo societario?


Se entiende por autónomo societario aquel trabajador autónomo que constituye una sociedad mercantil, en cualquiera de sus formas, para desempeñar su trabajo por cuenta propia, empleando sus propios medios y para su propio beneficio.

El trabajador que ofrece sus servicios de esta forma está obligado a emitir facturas por su trabajo.

Un autónomo societario, también conocido como «autónomo con forma societaria» o «autónomo en sociedad», hace referencia a una persona física que ejerce una actividad económica de forma autónoma, pero ha decidido constituir una sociedad mercantil para llevar a cabo su actividad empresarial.

En este caso, el autónomo societario crea una sociedad, por lo general una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) o una Sociedad Anónima (SA), y se convierte en el socio o accionista de dicha sociedad. A través de esta estructura societaria, el autónomo puede desarrollar su actividad económica y beneficiarse de ciertas ventajas y protecciones legales que ofrece la forma jurídica de la sociedad.

Al optar por la forma societaria, el autónomo societario puede limitar su responsabilidad ante las deudas y obligaciones derivadas de su actividad empresarial, ya que la sociedad es una entidad jurídica independiente de la persona física. Además, el autónomo societario puede acceder a beneficios fiscales, contar con mayor flexibilidad en la gestión de su negocio y tener una imagen más sólida y profesional frente a clientes y proveedores.

Es importante tener en cuenta que el autónomo societario sigue siendo el titular de la sociedad y, por lo tanto, tiene un papel activo en la gestión y toma de decisiones de la misma. Además, la sociedad está sujeta a una serie de obligaciones administrativas, contables y fiscales que deben cumplirse de acuerdo con la normativa aplicable.

La elección de convertirse en autónomo societario implica un proceso de constitución de la sociedad y puede requerir asesoramiento legal y contable para cumplir con los requisitos legales y fiscales correspondientes. Cada país puede tener regulaciones específicas para esta forma de actividad empresarial, por lo que es recomendable consultar la legislación local y buscar asesoramiento profesional antes de tomar cualquier decisión.

Requisitos de un autónomo societario

Para convertirse en autónomo societario, es necesario cumplir con una serie de requisitos y llevar a cabo ciertos trámites legales. A continuación, se mencionan los principales requisitos que generalmente se aplican en España:

  1. Constitución de la sociedad: Debes realizar los trámites necesarios para constituir una sociedad mercantil, como una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) o una Sociedad Anónima (SA). Esto implica redactar los estatutos sociales, otorgar escritura pública ante notario, inscribir la sociedad en el Registro Mercantil y obtener el correspondiente número de identificación fiscal (NIF) de la sociedad.
  2. Capital social: Es necesario determinar el capital social mínimo requerido para la sociedad que se va a constituir. En el caso de una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL), se requiere un capital social mínimo de 3.000 euros, que puede estar totalmente desembolsado o parcialmente desembolsado al momento de la constitución.
  3. Alta en el régimen de autónomos: Una vez constituida la sociedad, como autónomo societario deberás darte de alta en el régimen de autónomos de la Seguridad Social. Esto implica registrar la actividad empresarial y tu condición como autónomo en la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) y realizar los pagos correspondientes a las cotizaciones sociales.
  4. Obligaciones fiscales: Deberás cumplir con las obligaciones fiscales de la sociedad, como presentar declaraciones de impuestos (como el Impuesto sobre Sociedades) y llevar una contabilidad adecuada según los principios contables establecidos.
  5. Otros trámites: Es posible que se requieran otros trámites específicos según la actividad empresarial y la normativa aplicable, como obtener licencias o permisos especiales, inscribirse en registros profesionales o cumplir con requisitos sectoriales específicos.

Es importante tener en cuenta que los requisitos pueden variar según la legislación vigente y la comunidad autónoma en la que se establezca la sociedad. Por lo tanto, es recomendable obtener asesoramiento legal y contable adecuado para asegurarse de cumplir con todos los requisitos y trámites necesarios para convertirse en un autónomo societario.

Responsabilidad de un autónomo societario

La responsabilidad de un autónomo societario se encuentra limitada al capital que haya aportado a la sociedad. Al constituir una sociedad mercantil, como una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) o una Sociedad Anónima (SA), la persona física que ejerce la actividad económica como autónomo se convierte en socio o accionista de la sociedad.

En este contexto, la responsabilidad del autónomo societario se encuentra limitada al capital social que ha aportado a la sociedad en el momento de su constitución. Esto significa que, en caso de deudas o responsabilidades económicas derivadas de la actividad empresarial, la responsabilidad personal del autónomo societario se limita a la cantidad de capital aportado y no afecta a su patrimonio personal.

Sin embargo, es importante destacar que esta limitación de responsabilidad tiene sus excepciones. En ciertas situaciones, los socios o administradores de la sociedad pueden ser considerados responsables de manera solidaria o subsidiaria por las deudas y obligaciones de la sociedad. Algunos ejemplos de estas excepciones incluyen casos de mala gestión, incumplimiento de obligaciones legales, fraude o acciones dolosas.

Además, es fundamental cumplir con las obligaciones legales, fiscales y contables de la sociedad de forma adecuada. El incumplimiento de estas obligaciones puede llevar a que se levante el velo corporativo y se traspase la responsabilidad personal a los socios o administradores de la sociedad.

Es recomendable obtener asesoramiento legal y contable para comprender completamente las implicaciones y responsabilidades asociadas a ser un autónomo societario. Las regulaciones y normativas pueden variar según el país y la jurisdicción, por lo que es esencial contar con información actualizada y específica a tu situación.

Limitaciones de un autónomo societario

Como autónomo societario, existen algunas limitaciones y consideraciones importantes a tener en cuenta:

  1. Responsabilidad limitada: Aunque la responsabilidad del autónomo societario está limitada al capital que ha aportado a la sociedad, existen situaciones en las que se puede levantar el velo corporativo y los socios o administradores pueden ser considerados responsables de manera solidaria o subsidiaria por las deudas u obligaciones de la sociedad. Es importante cumplir con todas las obligaciones legales, fiscales y contables de la sociedad para mantener la protección de responsabilidad limitada.
  2. Obligaciones administrativas: Como autónomo societario, tendrás obligaciones administrativas adicionales en comparación con un autónomo individual. Esto incluye mantener los libros contables actualizados, presentar las cuentas anuales de la sociedad en el Registro Mercantil, realizar trámites y notificaciones ante organismos públicos, entre otros.
  3. Costos adicionales: La constitución y mantenimiento de una sociedad conlleva costos adicionales en comparación con el ejercicio de la actividad económica como autónomo individual. Estos costos pueden incluir los honorarios de un notario para la constitución de la sociedad, los gastos de registro mercantil, los honorarios de asesoría legal y contable, así como otros gastos administrativos.
  4. Mayor complejidad en la gestión: Como autónomo societario, tendrás que lidiar con la gestión y toma de decisiones de la sociedad, lo que implica aspectos como la convocatoria y celebración de juntas de socios, la adopción de acuerdos, la elaboración de informes financieros, entre otros. Esto implica una mayor complejidad y dedicación en la gestión empresarial.
  5. Requisitos legales y fiscales adicionales: Al tener una forma societaria, estarás sujeto a requisitos legales y fiscales específicos, como la presentación de declaraciones de impuestos (como el Impuesto sobre Sociedades) y el cumplimiento de las obligaciones contables establecidas por ley. Esto puede implicar la contratación de profesionales especializados para llevar a cabo estas tareas o un mayor conocimiento y dedicación por parte del autónomo societario.

Estas son solo algunas de las limitaciones y consideraciones que deben tenerse en cuenta al convertirse en un autónomo societario. Es recomendable obtener asesoramiento legal y contable específico para tu situación con el fin de comprender plenamente las implicaciones y limitaciones que puedan aplicarse en tu caso particular.