¿En qué consiste la custodia compartida?


¿En qué consiste la custodia compartida?

La custodia compartida es un acuerdo en el que ambos padres comparten la responsabilidad de crianza y toma de decisiones respecto a sus hijos después de un divorcio, separación u otra situación en la que se ponga fin a la convivencia matrimonial. Consiste en crear un ambiente en el cual ambos padres participen activamente en la crianza de los hijos y compartan el tiempo y las responsabilidades relacionadas con su cuidado.

La custodia compartida implica los siguientes aspectos:

  1. Tiempo de convivencia: Ambos padres tienen derecho a pasar tiempo con los hijos y participar en su crianza de manera equitativa. Esto puede implicar un horario de tiempo compartido establecido, en el cual los hijos pasan períodos de tiempo regulares con cada uno de los padres.
  2. Toma de decisiones conjunta: Los padres comparten la responsabilidad de tomar decisiones importantes en la vida de sus hijos. Esto incluye decisiones relacionadas con la educación, la salud, las actividades extracurriculares y cualquier otro aspecto significativo en el desarrollo y bienestar de los hijos.
  3. Comunicación y cooperación: Es fundamental que los padres mantengan una comunicación abierta y cooperativa entre sí. Esto implica intercambiar información relevante sobre los hijos, compartir preocupaciones y tomar decisiones conjuntas que beneficien a los niños. La cooperación entre los padres es fundamental para lograr una custodia compartida exitosa.
  4. Flexibilidad y adaptabilidad: La custodia compartida requiere flexibilidad por parte de los padres, ya que deben ser capaces de adaptarse a los cambios en las circunstancias y necesidades de los hijos. Esto implica ser capaz de ajustar los horarios y acuerdos de crianza según sea necesario y estar dispuesto a colaborar para resolver conflictos o discrepancias.

Es importante destacar que la custodia compartida puede variar en su implementación según las leyes y prácticas de cada jurisdicción, así como las circunstancias individuales de cada familia. Los detalles específicos del acuerdo de custodia compartida pueden ser establecidos por acuerdo mutuo entre los padres o ser determinados por un tribunal en caso de desacuerdo.

El objetivo de la custodia compartida es fomentar el bienestar de los hijos al permitirles mantener una relación cercana y significativa con ambos padres, siempre que sea en el mejor interés de los niños y se ajuste a las circunstancias familiares particulares.

Cuando se rompe la vida en común de una pareja, la custodia de los hijos menores se podrá compartir entre los progenitores.

Es decir, el cuidado, la educación y, en general, la convivencia habitual de los hijos menores se puede atribuir a ambos progenitores, con iguales condiciones y derechos. A dicho régimen de guarda y custodia se le denomina custodia compartida.

De esta forma, los hijos menores podrán estar en compañía de sus progenitores en periodos alternos, siendo lo habitual por semanas alternas o dos días seguidos con cada progenitor y los fines de semana alternos.

Hasta hace unos años, la custodia exclusiva o monoparental (atribuida a uno solo de los progenitores) era la opción mayoritaria. Sin embargo, cada vez es más frecuente que se establezca un régimen de custodia compartida.

Este tipo de custodia ha ido ganando importancia en España en los últimos años, representando ya el 43,1% de las custodias que se otorgaron en España en 2021 (último año del que hay estadísticas completas).

De hecho, varias comunidades autónomas han desarrollado sus propias normativas para establecer la custodia compartida como «opción preferente». Es el caso de Cataluña, Euskadi y Navarra. También lo intentó la Comunidad Valenciana, pero en su caso esta ley fue considerada inconstitucional por falta de competencias.

Este auge se debe a que la custodia compartida está considerada por los expertos como la más beneficiosa para el interés y correcto desarrollo del menor.

Poco a poco las leyes y los usos se han modificado hasta llegar a un punto en que la custodia compartida es ya la solución preferida.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el punto de partida es siempre proteger el interés superior del menor. Esto significa que, aunque la custodia compartida es ahora la fórmula que debe aplicarse prioritariamente según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, ello no excluye en absoluto optar por la custodia monoparental cuando las circunstancias así lo requieran.