Manifestación de voluntad y formalismos en un contrato


Manifestación de voluntad y formalismos en un contrato

Los contratos pueden generar consecuencias inmediatas solo con las manifestaciones de voluntad de los contratantes, o también requerir de ciertas formalidades para su perfeccionamiento.

Las formalidades registrales que deben cumplirse para que el contrato contenido en un documento tenga su asiento en los libros y protocolos, constituyen el caso que mejor ilustra el vínculo entre dicho tipo de contratos y el perfeccionamiento en el cumplimiento del objeto. De una cosa depende la otra.

En muchos sistemas, para ciertas transferencias de propiedad contractuales, es el mismo funcionario quien redacta el documento que haya de tener efectos plenos frente a todas las personas.

La manifestación de voluntad y los formalismos en un contrato se refieren a aspectos relacionados con la expresión clara y la forma de presentación del acuerdo entre las partes. A continuación, se explica cada uno de estos conceptos:

  1. Manifestación de voluntad: La manifestación de voluntad se refiere a la expresión clara y libre de consentimiento por parte de las partes involucradas en el contrato. Para que exista un contrato válido, las partes deben manifestar su acuerdo con los términos y condiciones establecidos en el contrato. Esto implica que deben ser conscientes de los términos del contrato, estar de acuerdo con ellos y expresar su consentimiento de manera libre y voluntaria.

Es importante que la manifestación de voluntad sea libre de vicios, como el error, el dolo (engaño) o la violencia. Si una de las partes es engañada o coaccionada para celebrar el contrato, el consentimiento podría ser inválido y el contrato podría ser impugnado.

  1. Formalismos: Los formalismos en un contrato se refieren a los requisitos de forma que pueden ser exigidos para que el contrato sea válido y produzca efectos legales. Estos requisitos pueden variar según las leyes y regulaciones de cada país y el tipo de contrato en cuestión. Algunos ejemplos de formalismos pueden ser:
    • Forma escrita: Algunos contratos deben ser formalizados por escrito para ser válidos. Esto implica que deben ser redactados por escrito y firmados por todas las partes involucradas. Ejemplos comunes de contratos que suelen requerir forma escrita son los contratos de compraventa de bienes inmuebles o los contratos de arrendamiento de larga duración.
    • Formalidades notariales: En ciertos casos, los contratos deben ser otorgados ante un notario público para tener validez. El notario certificará la autenticidad de las firmas y dará fe de la voluntad de las partes. Esto suele ser común en contratos de compraventa de bienes inmuebles u otros contratos con implicaciones legales importantes.
    • Registro público: Algunos contratos, especialmente aquellos que involucran derechos reales sobre bienes inmuebles, deben ser registrados en un registro público para ser oponibles a terceros. Esto implica que el contrato debe ser inscrito en un registro específico para que tenga efectos legales plenos.

Es fundamental tener en cuenta que los formalismos en los contratos pueden variar según el país y la legislación aplicable. Por lo tanto, es importante consultar las leyes locales y buscar asesoramiento legal adecuado al redactar y formalizar un contrato.

En resumen, la manifestación de voluntad se refiere a la expresión clara y libre de consentimiento por parte de las partes en un contrato. Los formalismos, por otro lado, son requisitos de forma que pueden ser exigidos para que un contrato sea válido y produzca efectos legales. Los formalismos pueden incluir forma escrita, formalidades notariales o registro público, dependiendo de la legislación aplicable y el tipo de contrato en cuestión.