¿Qué se hace después de que se redacta un testamento cerrado?


¿Qué se hace después de que se redacta un testamento cerrado?

Una vez que se ha redactado un testamento cerrado, el mismo debe ser entregado en un sobre cerrado a un notario. Redactar un testamento cerrado es un acto absolutamente privado, ya que quien decide hacerlo así desea que su última voluntad solo sea conocida tras su muerte, por lo que esta no debe ser compartida con nadie antes de ese momento.

El notario levantará un acta donde dejará constancia de haber recibido el testamento en cuestión. Procederá a estampar su firma y sello en el anverso y reverso del sobre, para asegurarse de que no será abierto sino en el momento en que proceda y siempre después de la muerte del otorgante.

A partir de ese momento ese testamento queda bajo la custodia de ese notario, quien además inscribirá en el Registro de Últimas Voluntades que se ha otorgado ese testamento y que está bajo su custodia, para que en el momento del fallecimiento del otorgante se conozca de su existencia.

También puede decidir el testador guardar bajo su custodia su testamento cerrado después de que lo haya entregado al notario y que este haya formalizado que lo recibió y lo haya cerrado con su firma y sello. Si se hace de esta manera, existe el riesgo de que se extravíe y no pueda ser localizado para abrirlo tras la muerte del otorgante.

El testador podrá conservar en su poder el testamento cerrado, o encomendar su guarda a persona de su confianza, o depositarlo en poder del Notario autorizante para que lo guarde en su archivo.

En este último caso el Notario dará recibo al testador y hará constar en su protocolo corriente, al margen o a continuación de la copia del acta de otorgamiento, que queda el testamento en su poder. Si lo retirare después el testador, firmará un recibo a continuación de dicha nota.

Artículo 711 del Código Civil

Dejarlo bajo la custodia del notario asegura su preservación y disponibilidad para ser abierto cuando corresponda.