Tipos de cheques y sus características


Tipos de cheques y sus características

Existen varios tipos de cheques que se utilizan para diferentes propósitos y circunstancias. Aquí están algunos de los tipos de cheques más comunes:

  1. Cheque al portador: Es un cheque emitido sin un beneficiario específico. El cheque al portador se puede cobrar por cualquier persona que lo presente al banco.
  2. Cheque nominativo o a la orden: Este tipo de cheque incluye el nombre del beneficiario específico. Solo el beneficiario designado puede cobrar el cheque o endosarlo a otra persona.
  3. Cheque cruzado: Un cheque cruzado tiene dos líneas diagonales en la esquina superior izquierda del cheque. Esto indica que el cheque solo se puede depositar en una cuenta bancaria y no se puede cobrar en efectivo en el mostrador del banco. El objetivo es brindar mayor seguridad y evitar la pérdida o el robo del cheque.
  4. Cheque para abono en cuenta: También conocido como cheque para depósito en cuenta, es un cheque emitido con la indicación «para abono en cuenta» o «solo para depósito». Esto significa que el cheque solo se puede depositar en la cuenta bancaria del beneficiario y no se puede cobrar en efectivo.
  5. Cheque certificado: Un cheque certificado es aquel en el que el banco garantiza que hay fondos suficientes disponibles en la cuenta del emisor para cubrir el monto del cheque. El banco certifica el cheque y marca el monto como reservado para su pago.
  6. Cheque de caja: También conocido como cheque bancario, es un cheque emitido por el propio banco y pagado con los fondos del banco en lugar de los fondos de una cuenta personal. Los cheques de caja son considerados más seguros que los cheques personales porque están respaldados por el propio banco.
  7. Cheque posfechado: Un cheque posfechado tiene una fecha posterior a la fecha en que se emitió. Esto significa que el beneficiario no puede cobrar el cheque hasta que llegue la fecha indicada. Los cheques posfechados se utilizan a menudo para aplazar el pago hasta una fecha futura determinada.

Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de cheques más comunes. Cabe destacar que las reglas y prácticas pueden variar en diferentes países y jurisdicciones, por lo que es recomendable consultar las regulaciones locales y las políticas del banco específico para obtener información precisa sobre los tipos de cheques disponibles y su uso.


Clasificación de los cheques

Los cheques se pueden clasificar según la indicación del tenedor, el modo de emisión, la forma de cobro o la existencia de aval. En función de estos factores existen los siguientes tipos de cheques:

Indicación del tenedor:

  • Nominativo: en el título se indica el nombre de la persona hacia quien fue emitido el cheque.
  • Al portador: no se especifica una persona para el cobro, por lo que está facultado para cobrar todo aquel que sea portador del documento.

Modo de emisión:

  • A la orden del librador, es el propio titular de la cuenta quien efectúa el cobro.
  • Por cuenta de tercero: es emitido por una persona autorizada por el librador.
  • Contra el librador: se emite entre distintos establecimientos.

Forma de cobro:

  • Cheque para abonar en cuenta: la única forma posible de cobrar el cheque es su ingreso a una cuenta bancaria, no en efectivo.
  • Cheque cruzado: se indica mediante dos barras paralelas que solo se puede cobrar en una entidad financiera.

Según existencia de aval:

  • Cheque no garantizado bancario.
  • Conformado: la entidad financiera presenta el aval de la validez del cheque y los fondos para su pago.
  • Bancario: la entidad financiera actúa al mismo tiempo como librado y librador por lo que garantiza los fondos para el pago.

Cheque al portador

Un cheque al portador es un tipo de cheque en el cual el beneficiario no está especificado y, por lo tanto, cualquier persona que lo tenga en su posesión puede cobrarlo. Es decir, no se encuentra a nombre de una persona específica.

Un cheque al portador es completamente negociable, lo que significa que se puede transferir a cualquier otra persona simplemente entregándolo físicamente. No requiere la firma del beneficiario original ni de ningún endoso adicional. Esto lo diferencia de los cheques nominativos, que están emitidos a favor de una persona específica y solo pueden ser cobrados por esa persona o mediante un endoso.

Debido a la facilidad con la que se puede negociar un cheque al portador, existe un mayor riesgo de pérdida o robo. Si se pierde o se lo roban, cualquier persona que lo encuentre puede cobrarlo. Por esta razón, se recomienda tener precaución al utilizar cheques al portador y asegurarse de que estén protegidos adecuadamente.

En algunos países, como medida de seguridad y para evitar el uso indebido de cheques al portador, se han establecido regulaciones que limitan su uso o los reemplazan por otros métodos de pago más seguros, como cheques nominativos o transferencias electrónicas. Es importante consultar las leyes y regulaciones locales para comprender cómo se manejan los cheques al portador en una jurisdicción específica.


Cheque nominativo o a la orden

Un cheque nominativo o a la orden es aquel que está emitido a favor de una persona específica o de una entidad determinada. A diferencia del cheque al portador, en el cheque nominativo se menciona el nombre del beneficiario.

Para cobrar un cheque nominativo, el beneficiario debe endosarlo, es decir, firmarlo en la parte posterior. El endoso puede ser en blanco (simplemente firmando el nombre) o puede ser un endoso especial donde se designa a otra persona como beneficiaria. Una vez endosado, el beneficiario puede cobrar el cheque presentándolo en el banco o entidad financiera correspondiente.

El cheque nominativo ofrece una mayor seguridad en comparación con el cheque al portador, ya que solo el beneficiario designado puede cobrarlo. Esto ayuda a prevenir el uso indebido en caso de pérdida o robo del cheque, ya que se requiere la firma del beneficiario para validar el cobro.

Además, el cheque nominativo facilita el seguimiento y registro de los pagos, ya que se tiene un registro claro del beneficiario y se puede rastrear la transferencia de fondos.

Es importante destacar que las leyes y regulaciones pueden variar según el país, por lo que es necesario consultar la normativa específica en la jurisdicción correspondiente para comprender los requisitos y procedimientos relacionados con los cheques nominativos o a la orden.


Cheque cruzado

Un cheque cruzado es aquel en el cual se traza una o dos líneas diagonales en el anverso del cheque. Estas líneas indican que el cheque debe ser depositado en una cuenta bancaria y no puede ser cobrado en efectivo en el mostrador del banco. El objetivo de cruzar un cheque es proporcionar una medida adicional de seguridad y evitar el manejo de grandes sumas de dinero en efectivo.

Cuando un cheque está cruzado, el beneficiario debe depositarlo en su cuenta bancaria. Una vez depositado, el dinero se acreditará en la cuenta del beneficiario en lugar de ser entregado en efectivo. Esto ayuda a prevenir el riesgo de pérdida o robo del cheque, ya que se garantiza que el dinero sea transferido de manera segura a través del sistema bancario.

Existen dos tipos de cruces de cheques:

  1. Cruzado general: Se trazan dos líneas diagonales paralelas en el anverso del cheque sin ninguna indicación adicional. Esto significa que el cheque debe ser depositado en cualquier cuenta bancaria y no puede ser cobrado en efectivo.
  2. Cruzado especial: Además de las dos líneas diagonales, se escribe el nombre de un banco entre las líneas. Esto indica que el cheque debe ser depositado únicamente en la cuenta del beneficiario en ese banco específico. Si el beneficiario no tiene una cuenta en ese banco, deberá endosar el cheque a otro beneficiario que sí tenga cuenta en ese banco.

El cruzar un cheque es una medida de seguridad comúnmente utilizada para prevenir fraudes y proporcionar mayor protección a los titulares de cuentas bancarias.


Cheque para abono en cuenta

Un cheque para abono en cuenta es un tipo de cheque en el cual se especifica que el monto del mismo debe ser depositado directamente en la cuenta bancaria del beneficiario, en lugar de ser cobrado en efectivo. Esta indicación se realiza mediante una leyenda impresa en el cheque, como «Para abono en cuenta» o «Solo para depósito».

Al utilizar un cheque para abono en cuenta, el beneficiario debe depositar el cheque en su cuenta bancaria en lugar de cobrarlo en efectivo. Esto ofrece mayor seguridad y conveniencia, ya que el dinero se acredita directamente en la cuenta del beneficiario sin necesidad de manipular efectivo. Además, se facilita el registro y seguimiento de la transacción, ya que queda un registro claro del depósito en la cuenta bancaria.

Este tipo de cheque es especialmente útil en transacciones comerciales o cuando se desea realizar pagos a proveedores, empleados u otros beneficiarios de forma segura y eficiente. También puede ser requerido en ciertos casos por políticas internas de una empresa o por acuerdos comerciales.

Es importante tener en cuenta que los cheques para abono en cuenta deben ser depositados en una cuenta bancaria válida y activa del beneficiario. Si el beneficiario no tiene una cuenta bancaria o la cuenta está cerrada, deberá gestionar la apertura o reactivación de la cuenta antes de poder depositar el cheque.

Como siempre, es recomendable consultar las regulaciones y políticas bancarias locales para comprender los requisitos y procedimientos específicos relacionados con el uso de cheques para abono en cuenta en una determinada jurisdicción.


Cheque certificado

Un cheque certificado es un tipo de cheque en el cual el banco emisor garantiza que hay suficientes fondos en la cuenta del emisor para cubrir el monto del cheque. Al certificar el cheque, el banco congela los fondos necesarios en la cuenta del emisor para asegurar que el cheque sea pagado.

Cuando un cheque es certificado, el banco estampa una marca o sello en el cheque, indicando que ha sido certificado. Esta certificación proporciona una garantía adicional al beneficiario de que el cheque será pagado cuando se presente para su cobro.

La certificación de un cheque implica la reserva de los fondos necesarios en la cuenta del emisor durante un período determinado, generalmente hasta la fecha de vencimiento del cheque o por un tiempo específico establecido por el banco. Durante este período, los fondos no pueden ser utilizados por el emisor para otros pagos o retiros.

El uso de cheques certificados es común en transacciones de mayor valor o cuando se necesita una garantía adicional de pago, como en compras de bienes o servicios importantes, pagos legales o transacciones comerciales significativas. Al certificar un cheque, el banco asume la responsabilidad de honrarlo, lo que brinda mayor seguridad al beneficiario en comparación con un cheque no certificado.

Es importante tener en cuenta que los bancos pueden cobrar una tarifa por la certificación de un cheque, y las políticas y procedimientos pueden variar según la institución financiera y el país.


Cheque de caja

Un cheque de caja, también conocido como cheque bancario, es un tipo de cheque emitido por un banco o entidad financiera. A diferencia de los cheques personales, un cheque de caja está garantizado por el propio banco y se emite con los fondos del banco, no con los fondos de una cuenta individual.

Los cheques de caja se utilizan comúnmente en situaciones donde se requiere una forma de pago segura y garantizada. Al emitir un cheque de caja, el banco retira los fondos del emisor del cheque y los coloca en su propia cuenta. El banco emite el cheque a nombre del beneficiario por el monto solicitado y garantiza que habrá fondos disponibles para el pago.

El beneficiario de un cheque de caja puede estar seguro de que el pago será efectivo, ya que los fondos están garantizados por el banco. Esto es especialmente útil en transacciones de alto valor o cuando se necesita un método de pago aceptado de forma segura, como en la compra de una propiedad o en transacciones comerciales significativas.

Para obtener un cheque de caja, generalmente se requiere visitar una sucursal bancaria y proporcionar los fondos necesarios para el monto del cheque. El banco emitirá entonces el cheque de caja al titular de la cuenta o al beneficiario designado.

Es importante tener en cuenta que los cheques de caja suelen tener una tarifa asociada, que varía según la institución financiera. Además, las políticas y los límites de emisión de cheques de caja pueden variar según el banco.


Cheque posfechado

Un cheque posfechado es un tipo de cheque en el cual se indica una fecha futura como la fecha en la cual puede ser cobrado o presentado para su pago. En otras palabras, el beneficiario no puede cobrar el cheque hasta que llegue la fecha especificada en el cheque.

El propósito de emitir un cheque posfechado es postergar el pago hasta una fecha determinada en el futuro. Esto se utiliza comúnmente cuando se desea garantizar que haya fondos suficientes en la cuenta bancaria del emisor en la fecha de vencimiento del cheque.

Al emitir un cheque posfechado, el beneficiario debe tener en cuenta que no podrá cobrarlo o presentarlo para su pago hasta que llegue la fecha indicada en el cheque. Si el beneficiario intenta cobrar el cheque antes de la fecha pospuesta, es posible que el banco lo rechace debido a que aún no ha llegado el momento apropiado para su cobro.

Los cheques posfechados son utilizados en diversas situaciones, como pagos a plazos, acuerdos comerciales, pagos diferidos o simplemente para programar el pago de una factura en una fecha específica. Sin embargo, es importante destacar que emitir un cheque posfechado no garantiza automáticamente que haya fondos suficientes en la cuenta del emisor en la fecha de vencimiento. Existe la posibilidad de que los fondos no estén disponibles en la cuenta en ese momento, lo que puede resultar en el rechazo del cheque.

Es recomendable que el beneficiario tenga un acuerdo previo con el emisor del cheque posfechado para asegurarse de que los fondos estarán disponibles en la fecha acordada. Además, es importante tener en cuenta las políticas y regulaciones bancarias específicas en relación con los cheques posfechados, ya que pueden variar según el país y la institución financiera.