Contenido básico del contrato de alquiler


Contenido básico del contrato de alquiler

El contrato de alquiler, también conocido como contrato de arrendamiento, es un documento legal que establece los términos y condiciones bajo los cuales se alquila una propiedad entre el propietario (arrendador) y el inquilino (arrendatario). Aunque el contenido exacto del contrato de alquiler puede variar según la legislación y las circunstancias específicas, a continuación se enumeran algunos elementos básicos que suelen estar presentes en este tipo de contrato:

  1. Identificación de las partes: Se deben incluir los datos de identificación completos del arrendador y del arrendatario, incluyendo sus nombres, direcciones y números de identificación fiscal o documentos de identificación pertinentes.
  2. Descripción de la propiedad: Se debe especificar la dirección completa y la descripción detallada de la propiedad que se alquila, incluyendo detalles como el tipo de vivienda (piso, casa, local comercial), número de habitaciones, áreas comunes, entre otros.
  3. Duración del contrato: Se establece el período de duración del contrato de alquiler, indicando la fecha de inicio y la fecha de finalización. Puede ser un contrato de duración determinada (con fecha de vencimiento) o un contrato de duración indefinida (sin fecha de finalización establecida).
  4. Precio y condiciones de pago: Se especifica el importe del alquiler mensual o periódico, así como las condiciones de pago, incluyendo la forma de pago aceptada y la fecha límite para el pago del alquiler.
  5. Fianza o depósito de garantía: Se indica el importe de la fianza o depósito de garantía que el inquilino debe entregar al arrendador al inicio del contrato. Este depósito se utiliza como garantía para cubrir posibles daños o impagos durante el período de alquiler y se devuelve al inquilino al finalizar el contrato, deduciendo los gastos legítimos que se puedan generar.
  6. Obligaciones y responsabilidades: Se detallan las obligaciones y responsabilidades tanto del arrendador como del arrendatario. Esto puede incluir responsabilidades como el mantenimiento de la propiedad, el pago de servicios y suministros, la prohibición o permisión de actividades específicas, entre otros aspectos relevantes.
  7. Clausulas adicionales: Pueden incluirse cláusulas adicionales que regulen aspectos específicos del contrato, como la subrogación del contrato, la prohibición de subarrendar, las condiciones de rescisión anticipada del contrato, entre otros aspectos relevantes.
  8. Resolución de conflictos: Se establece el procedimiento para resolver posibles conflictos o disputas que puedan surgir durante el período de alquiler, ya sea a través de la mediación, el arbitraje u otros medios.

Es importante tener en cuenta que el contenido específico y los requisitos legales del contrato de alquiler pueden variar según la legislación de cada país y las regulaciones locales aplicables. Por lo tanto, es recomendable obtener asesoramiento legal o consultar la legislación pertinente antes de redactar o firmar un contrato de alquiler.

Atendiendo a las partes del contrato se pueden deducir las dos obligaciones principales:

  • El arrendador queda obligado a ceder el uso y disfrute del inmueble. Durante la vigencia del contrato no podrá molestar en este uso y disfrute a su inquilino.
  • El arrendatario queda obligado al pago puntual de la renta. El contrato de alquiler determinará la cuantía de la renta, la fecha y el modo de pago.

En consecuencia, el contrato de alquiler deberá establecer el contenido de estas obligaciones.

En el contrato de arrendamiento se identificará a las partes y se expresará su voluntad de contratar, estableciendo con claridad el objeto de arrendamiento, la duración del contrato, el importe de la renta y la forma y plazo de pago.

En principio, este es el contenido básico del contrato de alquiler, que deberá ir firmado por ambas partes en cada una de sus hojas, indicando la fecha y el lugar donde se ha celebrado la operación.

Sin embargo, el ordenamiento jurídico permite a las partes acordar otras disposiciones adicionales, siempre que no contravengan la ley, la moral o el orden público.

Además, hay que tener en cuenta que los arrendamientos urbanos deben someterse a determinados preceptos de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).