¿Qué es el suelo urbanizable?


¿Qué es el suelo urbanizable?

El suelo urbanizable se refiere a aquel terreno que, según la planificación urbanística vigente, está destinado a ser utilizado para el desarrollo de actividades urbanas en el futuro. Es decir, es un suelo que aún no ha sido transformado en suelo urbano, pero que se encuentra previsto para su urbanización en un plan urbanístico.

El suelo urbanizable se caracteriza por tener un régimen jurídico específico que establece las condiciones y requisitos para su transformación en suelo urbano y posterior desarrollo de proyectos urbanísticos. Estas condiciones y requisitos están establecidos por las leyes y normativas urbanísticas de cada país o jurisdicción.

Algunas características y aspectos relevantes del suelo urbanizable son los siguientes:

  1. Planificación urbanística: El suelo urbanizable forma parte de los planes de ordenación territorial y urbanística establecidos por las autoridades competentes. Estos planes determinan los usos permitidos, la densidad constructiva, las infraestructuras necesarias, entre otros aspectos.
  2. Transformación en suelo urbano: Para que un suelo urbanizable pase a ser suelo urbano, es necesario que se realice un proceso de transformación y se cumplan los requisitos establecidos por la normativa urbanística. Esto implica la aprobación de planes de desarrollo urbanístico y la realización de obras e infraestructuras necesarias para su urbanización.
  3. Derechos y limitaciones: Los propietarios de suelo urbanizable tienen derechos sobre su propiedad, pero también están sujetos a limitaciones y regulaciones establecidas por la normativa urbanística. Estas limitaciones pueden incluir restricciones en cuanto a los usos permitidos, la edificabilidad, la protección medioambiental, entre otros aspectos.
  4. Valoración y mercado inmobiliario: El suelo urbanizable tiene un valor económico que está relacionado con su potencial de desarrollo urbano. El mercado inmobiliario y los agentes del sector evalúan y negocian los precios de los terrenos urbanizables en función de la demanda, la ubicación y las expectativas de desarrollo futuro.

Es importante tener en cuenta que la clasificación y la regulación del suelo urbanizable pueden variar según el país y las normativas específicas de cada lugar. Por tanto, es fundamental consultar la legislación urbanística aplicable y las regulaciones locales para comprender en detalle las características y los requisitos del suelo urbanizable en un contexto particular.

El suelo urbanizable es el que se considera apto para ser urbano, es decir, que puede ser parte de una transformación urbanística.

Es posible incorporarlos a un plan de urbanización, pero aún no son parte de este. Asimismo, hay que diferenciar terrenos urbanizables proyectados, sectorizados y especiales.

El suelo urbanizable es el que puede ser parte de una transformación urbanística.En la actualidad, la normativa vigente se deriva de la Ley 2007/2008 recogida en el texto refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana y la clasificación está regulada en el Derecho Autonómico.

Si bien para la normativa estatal se distinguen en la actualidad dos tipos de suelos (urbanos y rurales), son las propias leyes autonómicas las que mantienen el concepto de suelo urbanizable.

Dentro de la categoría de rural se encuentran los terrenos que son susceptibles de actuaciones de transformación urbanística y, por ende, podrían incorporarse a un régimen de planeamiento e integrarse a una población.

Por otro lado, están aquellos que no son urbanizables y su protección impide la licencia para la edificación.

La posesión de un suelo urbanizable otorga al propietario facultades, deberes y cargas basadas en las leyes urbanísticas. El cumplimiento de las mismas previene de sanciones, multas y facilita el camino para ser partícipe en un nuevo plan de urbanización.

En todo caso, siempre es recomendable consultar con la Administración las ordenaciones territoriales.