¿Qué es un delito flagrante?
Un delito flagrante es aquel que se está cometiendo en el mismo momento en el que se descubre o se presencia, o bien, cuando la persona es detenida inmediatamente después de cometer el delito y todavía se encuentran en posesión de los elementos, pruebas o indicios que demuestran su participación en la comisión del delito.
La característica principal de un delito flagrante es su actualidad. Se considera que el delito está en curso o se ha cometido recientemente, lo que permite una acción inmediata por parte de las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley. En estos casos, las personas que presencian el delito o los agentes encargados de la aplicación de la ley pueden proceder a la detención inmediata del sospechoso sin necesidad de una orden judicial previa.
La flagrancia puede aplicarse a una amplia gama de delitos, como robos, agresiones, tráfico de drogas, vandalismo, entre otros. Sin embargo, la definición exacta y los procedimientos relacionados con la flagrancia pueden variar según el sistema legal de cada país. En general, se considera una circunstancia que permite una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades para prevenir la evasión o el escape del delincuente y preservar la seguridad pública.
El delito flagrante es aquel que está claro que se ha cometido, es decir, que no cabe duda de que haya que considerar la culpabilidad de un hecho.
El delito flagrante es aquel del que no cabe duda de la culpabilidad del hecho delictivo.
Según la Real Academia Española, un delito flagrante es aquel «que se comete cuando el delincuente es sorprendido en el momento de cometer la infracción. Se produce no solo cuando el delincuente es detenido en el momento de cometer el delito, sino también cuando es detenido o perseguido inmediatamente después de consumado este, si la persecución no se suspendiere mientras el autor no se pusiera fuera del alcance de los perseguidores. También es flagrante la infracción cuando se sorprende al delincuente inmediatamente después del hecho con efectos o instrumentos que infunden la sospecha vehemente de su participación en ella.»
La Ley de Enjuiciamiento Criminal es la que recoge el concepto de delito flagrante. Concretamente, las cuestiones referentes a este tipo de delito se ubican en su Libro IV (de los procedimientos especiales), Título III (del procedimiento para el enjuiciamiento rápido de determinados delitos), Capítulo I (ámbito de aplicación).
(…) se considerará delito flagrante el que se estuviese cometiendo o se acabare de cometer cuando el delincuente sea sorprendido en el acto. Se entenderá sorprendido en el acto no sólo al delincuente que fuere detenido en el momento de estar cometiendo el delito, sino también al detenido o perseguido inmediatamente después de cometerlo, si la persecución durare o no se suspendiere mientras el delincuente no se ponga fuera del inmediato alcance de los que le persiguen. También se considerará delincuente in fraganti aquel a quien se sorprendiere inmediatamente después de cometido un delito con efectos, instrumentos o vestigios que permitan presumir su participación en él.
Artículo 795.1.1 de la LECrim