¿Cómo funcionan las tarjetas revolving?


¿Cómo funcionan las tarjetas revolving?

Estas tarjetas permiten realizar compras con independencia del nivel de liquidez, equivaliendo estas compras a disposición de saldo en un crédito al consumo instrumentalizado a través de la tarjeta revolving.

Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito que funciona de manera específica en lo que se refiere a los pagos y a la forma en que se generan los intereses.

Su principal característica es que permiten a los titulares realizar compras y retirar efectivo, y después pagar una parte del saldo adeudado cada mes, mientras que el resto se acumula en un «crédito revolvente» que se va pagando gradualmente.

A continuación, te explico cómo funcionan las tarjetas revolving:

  1. Límite de crédito: Al igual que con otras tarjetas de crédito, las tarjetas revolving tienen un límite de crédito asignado. Los titulares pueden realizar compras y retirar efectivo hasta ese límite.
  2. Pagos mensuales: Cada mes, los titulares de tarjetas revolving deben realizar un pago mínimo, que suele ser un porcentaje del saldo pendiente, generalmente alrededor del 2-5%. Este pago mínimo se calcula en función del saldo adeudado en el mes anterior.
  3. Intereses: Si el titular no paga el saldo total de su tarjeta, se acumulan intereses sobre el saldo pendiente. Estos intereses suelen ser altos en comparación con otros tipos de préstamos o tarjetas de crédito. Los intereses se aplican al saldo acumulado y se suman al saldo total adeudado.
  4. Crédito revolvente: La característica clave de las tarjetas revolving es que permiten a los titulares realizar pagos parciales en lugar de pagar el saldo completo cada mes. Esto significa que si no pagas el saldo total, el resto se convierte en un crédito revolvente que se añade al saldo del mes siguiente.
  5. Pago mínimo: Aunque se requiere un pago mínimo cada mes, hacer solo el pago mínimo no reduce significativamente el saldo total. La mayoría de ese pago mínimo se destina a cubrir los intereses acumulados, lo que significa que el saldo sigue siendo elevado.
  6. Duración del crédito revolvente: El saldo acumulado se va pagando a lo largo del tiempo, pero esto puede llevar mucho tiempo debido a los intereses acumulados. En algunos casos, los titulares pueden estar pagando durante muchos años sin reducir significativamente la deuda.
  7. Costo total del crédito: Debido a los altos intereses y al tiempo que lleva pagar el saldo, el costo total del crédito puede ser mucho más alto en comparación con otras formas de financiamiento. Los titulares de tarjetas revolving pueden pagar mucho más por una compra a largo plazo debido a los intereses acumulados.

Las tarjetas revolving pueden ser útiles si se utilizan con responsabilidad y se pagan en su totalidad cada mes. Sin embargo, si no se gestionan adecuadamente, pueden llevar a una acumulación de deuda significativa y a altos costos financieros. Por lo tanto, es importante comprender cómo funcionan y ser consciente de los intereses y las implicaciones financieras antes de usarlas.

Es importante tener en cuenta que, si bien las tarjetas revolving ofrecen flexibilidad en los pagos, es fundamental hacer pagos más altos que el mínimo mensual para evitar acumular intereses significativos y pagar más a largo plazo. Además, es recomendable estar al tanto de los términos y condiciones de la tarjeta, así como de las tasas de interés y los cargos asociados.

Para devolver el saldo dispuesto del crédito revolving, existen dos vías:

  1. Pagar un porcentaje: los clientes que tienen establecida esta forma de pago tendrán que abonar un porcentaje fijo del saldo deudor cada mes. Suele aplicarse un porcentaje mínimo y máximo, que tienden a oscilar entre el 5% y el 25%. Si el porcentaje aplicado es del 5%, implica que el usuario tendrá que devolver cada mes el 5% de la deuda que tenga acumulada en ese momento.
  2. Pagar una cantidad fija: los clientes que tienen establecida esta forma de pago abonaran una cuota fija mensual, hasta que salden por completo su deuda. También se establece una horquilla de pagos mínimos y máximos.

Las tarjetas revolving también permiten devolver la totalidad del crédito a mes vencido, y en este caso funcionarían como una tarjeta de crédito al uso. La cuestión es que esta forma de pago no devenga intereses, por lo que las entidades emisoras no suelen promocionarla y buscan, de forma más o menos opaca, que el pago se aplace para poder cobrar intereses.

En definitiva, una tarjeta revolving funciona realmente como un crédito de consumo.

El límite de crédito y la forma de devolución se estipulan en el contrato de la tarjeta. De estos dos aspectos van a depender los intereses a aplicar, que pueden ser reducidos (e incluso inexistentes) cuando se opte por realizar pagos totales, o muy elevados si se opta por pagos aplazados.

Conforme el cliente va haciendo compras con la tarjeta revolving, y disponiendo del crédito pactado, tendrá acceso a menos dinero, ya que el saldo no dispuesto del crédito se irá reduciendo.

Del mismo modo, al pagar cuotas de la tarjeta, el cliente reintegrará saldo, y con ello aumentará el capital disponible. Es decir, la tarjeta revolving funciona como un fondo de dinero extra, del que se puede disponer y que luego hay que restituir poco a poco, pagando intereses.

Por tanto, estas tarjetas se comercializan como un instrumento de pago flexible, que permite disponer de fondos adicionales y reponerlos a plazos. Además, cada pago se convierte de nuevo en capital disponible.

Las tarjetas revolving son un instrumento financiero complejo que, si no se comprende y se utiliza de forma poco adecuada, puede aumentar muy rápidamente el volumen de endeudamiento e incluso en casos extremos, llevar a los clientes a la insolvencia.