La clasificación de suelo urbano


La clasificación de suelo urbano

El suelo urbano se clasifica en diferentes categorías o clases según su grado de desarrollo y las normativas urbanísticas aplicables. A continuación se presenta una clasificación común del suelo urbano:

  1. Suelo urbano consolidado: Es aquel que cuenta con todas las infraestructuras y servicios urbanos necesarios, como calles, aceras, alumbrado, agua, alcantarillado, entre otros. También suele estar edificado o contar con construcciones en su mayoría. En esta categoría se encuentran las áreas urbanas completamente desarrolladas.
  2. Suelo urbano no consolidado: Es aquel que cuenta con los servicios básicos de urbanización, como calles y redes de servicios, pero aún no se ha construido en gran medida. Puede haber algunas edificaciones dispersas, pero la mayor parte del suelo sigue sin desarrollar.
  3. Suelo urbano de expansión: Es aquel que está destinado a la expansión de las áreas urbanas existentes. Generalmente, se encuentra en las zonas periféricas de las ciudades y está previsto para futuros proyectos de desarrollo urbano. Este suelo se caracteriza por no estar aún urbanizado y carecer de infraestructuras y servicios.
  4. Suelo urbanizable: Es aquel que está destinado a ser urbanizado en el futuro según los planes urbanísticos. Este suelo se encuentra en áreas con posibilidades de desarrollo urbano, pero aún no ha sido objeto de urbanización. Su transformación en suelo urbano requerirá la aprobación y ejecución de un plan urbanístico correspondiente.

Es importante tener en cuenta que la clasificación y denominación específica del suelo urbano pueden variar según la legislación y los planes urbanísticos de cada país o municipio. Además, existen otras categorías de suelo, como el suelo rústico, el suelo industrial o el suelo comercial, que tienen usos y regulaciones específicas. Es recomendable consultar la normativa local y recibir asesoramiento de expertos en urbanismo para conocer la clasificación y regulaciones del suelo urbano en una ubicación particular.

Por otra parte, de acuerdo al ordenamiento urbanístico de cada Ayuntamiento o Autonomía, el suelo se clasifica según su situación y posibilidades de transformación urbanística.

1. Urbano o urbanizado

Inmueble ya transformado urbanísticamente, integrado de manera legal y efectiva a la red de servicios y dotaciones de la población. Estos servicios son básicamente agua, saneamiento, acceso vial y energía eléctrica.

A su vez, puede ser

  • Consolidado, si ya no puede ser transformado o requiere pequeñas obras para acceder a un servicio urbanístico, como conexiones a las redes.
  • No consolidado si requiere obras de urbanización.

También se refiere con esta denominación a vacíos urbanos y áreas periféricas, como antiguas industrias o espacios ferroviarios en desuso que requieren un nuevo proceso de urbanización.

2. Urbanizable

Inmueble no urbanizado pero que puede convertirse en urbano. Hay dos tipos de suelo urbanizable: delimitado y no delimitado o sectorizado. Depende del plan general y de la transformación urbanística del municipio.

El sectorizado puede ser urbanizado en el corto plazo mientras que el no sectorizado puede tener una transformación a largo plazo.

3. No urbanizable

Suelo no urbanizable y al que no se le permite ser transformado. Dentro de esta categoría también hay subdivisiones:

  • Suelo no urbanizable protegido.
  • Por razones ambientales o paisajísticas.
  • Suelo no urbanizable inadecuado para desarrollo urbano, por ejemplo, terrenos inundables.